Última actualización el martes, 24 de enero de 2023 a las 05:50 pm
Cada vez son más las tiendas especializadas en retail moda, es decir, ropa, zapatos o complementos que dan el salto al mundo digital, y conseguir diferenciarse no es fácil. Sin embargo, en Increnta ya lo hemos hecho antes. ¿Te apuntas?
En la moda actual, el objetivo final de todo negocio, sea más grande o más pequeño, es responder a la misma pregunta: ¿Cómo puedo vender más? Sin embargo, la transformación digital que se ha hecho patente unos años atrás ha variado un poco dicha pregunta. Ahora los negocios de moda retail se preguntan, “¿cómo puedo vender más…online?” Y es que el comercio digital ha experimentado un boom a nivel mundial durante este 2020, con un crecimiento que supera el 30% de ventas vs. años anteriores en diferentes sectores, dato elaborado por la CNMC (Comisión Nacional de los mercados y la competencia).
Por datos cómo este, adecuar una buena estrategia de marketing digital, específicamente en marketing retail, es realmente importante para sacar partido a nuestro nicho de mercado. Pero, ¿qué es retail moda en marketing?
Marketing de retail moda: apostando por la experiencia en tienda
Marketing de retail moda es el conjunto de acciones que llevamos a cabo en una tienda, ya sea física o virtual, con la intención de mejorar la experiencia del cliente y alcanzar la venta final.
Como todo estilo de marketing digital, este se basa en una serie de objetivos, oportunidades y procesos, donde existen cuatro pilares fundamentales con los que cimentar toda estrategia de venta. Ser diferentes en un entorno digital tan amplio no es fácil. Por ello, el retail marketing no solo se centra en conseguir destacar en el mundo digital, sino también en tienda física.
En Increnta hemos ideado un camino de baldosas amarillas, una rueda que todo negocio retail, en general, y aquel especializado en moda, en particular, debería seguir para aumentar sus ventas, tanto físicas como digitales.
La rueda de la fortuna en retail
Esta “rueda de la fortuna” se basa en el entendimiento e implementación de cinco parámetros muy importantes centrados en cada punto de posicionamientos del cliente con respecto al Customer Journey. Del awareness al pedido:
1. Inteligencia del cliente
Todo negocio especializado en moda, ya sean tiendas de ropa, zapatos, complementos… se enfrenta a un cliente que, desde hace unos años, se siente más empoderado y autónomo. Este ha conseguido la potestad de decidir dónde y cómo comprar, sin necesidad de asesoría por parte de los propios vendedores.
Hace unos años podíamos encontrar reticencias por parte del usuario para comprar productos online: estos no se decidían con la talla o simplemente querían ver el producto en persona antes de hacerse con él. Sin embargo, esto ya no pasa. Todo está informatizado, automatizado e inventado. Por ejemplo, existen un sin fin de herramientas para ayudarles a elegir la talla perfecta.
¿Qué significa todo esto? Que la omnicanalidad es el gran reto de las marcas. Todos los negocios deben tener una estructura que unifique el punto de venta físico con el ecommerce del mismo. Como ya se ha dicho, el cliente es autónomo y quizá solo vaya a la tienda a curiosear- De hecho, mientras en su mano derecha está comparando el precio de la misma prenda en diez sitios diferentes, con la izquierda está tocando esa misma prenda. El showrooming está de moda y debemos adaptarnos a él.
2. Canales habilitados con los clientes
Esta segunda parte del engranaje comienza a girar una vez se haya conseguido mucha información sobre el cliente objetivo. Para poder diferenciarme del resto y conseguir aumentar mis ventas, lo debo saber todo sobre este cliente: si le gusta X color, qué talla utiliza, en qué época del año está más activo, si hace compras recurrentes, etc. Pero, ¿cómo la consigo?
Toda esta información se consigue habilitando diferentes canales de contacto con el cliente. Nos explicamos. Todo este conocimiento se adquiere de aquellas acciones que este realiza en nuestra web o tienda física: qué ha comprado, sus movimientos por la página web, si ha descargado un archivo y sobre qué, cómo por ejemplo “Cómo vestir de manera informal en una entrevista de trabajo”, etc
Invertir en estos canales es algo fundamental para ser diferentes. Muchos comercios digitales dicen tener implementadas páginas web muy bien posicionadas, Newsletter semanales…
Pero, ¿realmente dan los frutos que deben dar?
Un grandísimo ejemplo de canal habilitado puede ser el creado por Repsol bajo el nombre de Waylet. Este es un monedero digital en forma de app para smartphones y otros dispositivos digitales donde se almacena toda la información de compra de los usuarios que la tengan descargada. Esta app te deja vincular diferentes cuentas bancarias, pagar a través de ella y, según tus movimientos, búsquedas y compras, te ofrece ofertas personalizadas, descuentos en negocios vinculados y mucho más.
3. Ofertas personalizadas
Gracias a estos canales habilitados, y habiendo conseguido la información recurrente de cada cliente, se pueden llegar a elaborar promociones personalizadas en función de qué ha buscado, que ha comprado o simplemente en qué se ha interesado dicho usuario.
Lejos quedan esas ofertas programadas buscando el millón de impactos a través de nuestra base de datos. Ahora, un buen retailer de moda busca un impacto centrado en un cliente en particular, buscando una venta segura, dándole al usuario aquello que realmente necesita, fidelizando.
4. Experiencias on/off
Esta es la parte clave de la rueda. La omnicanalidad de nuestra tienda. Bien, imaginen que me compran unos zapatos de forma online, pero mi idea principal es conseguir que este cliente llegue a la tienda.
¿Qué gancho puede utilizarse para atraerlo? Ahí está el arte de la omnicanalidad. Mezclar procesos físicos y digitales para conseguir un formato híbrido. Por ejemplo, si compras estos zapatos online pero los recoges en tienda te regalamos un par de calcetines. Fácil, sencillo y aumentará tu cuota de mercado.
5. Optimización de pago
El paso final antes de comenzar de nuevo en nuestra famosa rueda de la fortuna será la optimización del check out. En otras palabras, simplificar al máximo el proceso de compra final del usuario. Hoy en día, los métodos de pago se han flexibilizado tanto que podemos pagar con tarjeta, relojes, teléfonos móviles y mucho más. El nuevo cliente quiere fluidez, seguridad y soluciones ligeras para pagar. Un buen ejemplo sobre nuevas incorporaciones a la facilidad de pago podría ser Bizum.
En Increnta somos conscientes de la dificultad de implementar todos estos “pequeños detalles” en tu negocio y ser diferentes. Sin embargo, para nosotros no sería la primera vez que conseguimos grandes resultados con un retailer de moda. Si estás dispuesto a ser un negocio omnicanal, te escuchamos. La moda nunca duerme.